miércoles, 29 de septiembre de 2010

Lagos y Embalses de Puerto Rico - Asignación 4to Grado Ms. Ramos

Un lago se define como una gran masa de agua depositada en una depresión u hondonada del terreno. Este depósito de agua se forma en lugares donde las fuerzas geológicas han actuado de tal forma que la depresión del terreno impide la salida total del agua de su cuenca. Los fenómenos geológicos que forman los lagos y que contribuyen a la distribución de éstos en nuestro planeta son condiciones particulares del tiempo, clima o áreas geológicas.
Los lagos se caracterizan por ser más profundos que otros cuerpos de aguas interiores, además de que su zona limnética o zona de aguas abiertas es relativamente grande en comparación con su zona litoral. El agua contenida en el lago proviene de la lluvia, de aguas subterráneas o de un río. Estas aguas que nutren al lago aportan sedimentos los cuales se acumulan en el fondo por la naturaleza cóncava del mismo. A medida que pasa el tiempo, el proceso de sedimentación reduce la profundidad del lago favoreciendo la sucesión de un sistema acuático a uno terrestre.
Los embalses o represas son lagos construidos por el hombre con el propósito de almacenar agua para consumo doméstico e industrial, riego, producción de energía eléctrica y control de inundaciones.
En Puerto Rico, los embalses fueron construidos en la zona montañosa con el propósito de retener el máximo volumen de agua en el menor espacio superficial posible por lo que nuestros lagos artificiales son profundos y sus orillas tienen un declive precipitado. La actividad recreativa que se realiza en estos embalses surge como un beneficio secundario del represamiento de los ríos. Se destaca el paseo en botes, así como la pesca recreativa. Esta última está sostenida principalmente por especies introducidas a la Isla como lo son la lobina, el tucunaré, las chopas, los barbudos o peces gatos y las tilapías. Otras especies introducidas, como la sardina de agua dulce Dorosoma petenense, sirven de alimento a las otras especies de peces.
Los embalses de la Isla están siendo afectados por una serie de problemas como son la contaminación orgánica e inorgánica, crecimiento excesivo de la vegetación acuática y la rápida acumulación de sedimentos. Estos problemas limitan la capacidad de almacenaje así como la calidad de las aguas represadas. El proceso sedimentación ha reducido grandemente la capacidad de almacenaje de los embalses de Coamo, Comerío I y Comerío II. Otros embalses, como son el de Adjuntas, Jordán, Pellejas, Prieto, Toro, Río Blanco y Viví, que fueron diseñados, para retener una cantidad reducida de agua, también han sido afectados por la sedimentación.