Recibimos en nuestra biblioteca la oportuna visita de la Sra. Lourdes Sáez, estudiante de maestría, puertorriqueña y residente de Nuevo Mexico, quien utilizó nuestras facilidades como punto departida para su investigación de tesis sobre Las Fiestas de Santiago Apóstol en Loíza. La Sra. Sáez y su esposo Frank son unas personas maravillosas, quienes además de consentir a nuestros usuarios más jóvenes, nos invitaron a ver nuestras fiestas más importantes a través de una perspectiva academica e historica única y diferente.
Nos sentimos honrados por su visita. Les deseamos el más grande de los éxitos en este y sus futuros proyectos, y esperamos verles pronto de vuelta.
A continuación, adjuntamos una carta recibida de la Sra. Sáez una vez concluida su visita:
31 de Julio de 2013
Biblioteca
Pública Municipal de Loíza
Atención:
Luis Daniel Pizarro
5 Calle
Espiritu Santo
Loíza,
Puerto Rico 00772
Estimado
Daniel,
Unas líneas
para dejarte saber que ya regresé a Nuevo México y encontré todo en orden aquí.
Quisiera
personalmente darte mi más sincero agradecimiento por la excelente acogida y
hospitalidad que recibí de ti y las muchachas de la biblioteca. Si cualquier
otra persona llenó el formulario luego de haberme ido y si alguien más quiere
aportar su versión de las fiestas anónimamente, puedes mandarme la información
por correo electrónico. Si no hablamos sobre estas cosas, nadie nos oirá jamás.
En
realidad, cuando decidí hacer mi disertación de doctorado acerca de las Fiestas
de Santiago Apóstol en Loíza, jamás pensé que la visita a Puerto Rico para
hacer búsqueda me llevara más allá de mis metas profesionales. Mi visita a
Loiza tocó mi corazón de tal manera que hoy me siento más orgullosa que nunca
de ser puertorriqueña. Como te había mencionado, debido a la carrera militar de
mi esposo, Dios me ha dado la oportunidad de viajar por el mundo entero y hoy he
descubierto que la hospitalidad de mi isla es inigualable.
Cuando hablé
con personas acerca de mi viaje a Loíza sólo recibí advertencias: “Loíza está
caliente”. Da lástima ver que la gente se limita a repetir clichés
influenciados por las alarmantes noticias que sólo se dedican a degradar basado
en prejuicios mal fundados. Tememos a aquello que no conocemos, y
lamentablemente la gente fuera del ámbito de Loíza no se atreve adentrarse a la
comunidad debido a estos prejuicios incorrectamente implantados. Ya es hora de
que Loíza reclame su identidad como pueblo humilde, hospitalario, gran tesoro
de la tradición y bondad de un poblado.
Los loiceños
encarnan al ser puertorriqueño
por excelencia. Las Fiestas de Santiago Apóstol son precisamente eso: una
comunidad de seres humanos que se aceptan tal y como son. Yo no encuentro en
estas celebraciones ninguna separación ni lucha del bien contra el mal, de lo
cristiano contra lo pagano, ni de la victoria del español católico contra el
moro infiel. Esta celebración no es una lucha cósmica. Si los loiceños
acogieron a Santiago Apóstol como su santo protector siendo San Patricio el
santo de Loíza originalmente, es porque vieron en Santiago a su guardián porque
él también en cierta ocasión pudo haber sido víctima de epítetos como el
Matamoros. Hoy en día, Loíza también es víctima de apodos malignos como
Santiago. Yo dudo que la comunidad de Loíza vea a Santiago como un Matamoros.
En Puerto Rico nunca existió un enemigo como el moro en España musulmana. Si
España estuvo obsesionada por expulsar al moro de su tierra luego de
ochocientos años de dominación musulmana, Puerto Rico, al reverso estuvo encaprichada
por acoger y dar hospitalidad a todo aquel que viniera a su tierra luego de la
inmolación musulmana y judía en España (1492). Recordemos que el pueblo
puertorriqueño es una mezcla inseparable de lo taíno, lo español, lo africano,
todo esto vinculado por vestigios de los musulmanes de España. El bien y el mal
no se dan encuentro en Loíza. Todos podemos sobrevivir en paz y armonía, no
importa nuestra creencia religiosa, nuestra orientación sexual o política,
nuestro sexo, nuestra edad o estado social, no importa el color de nuestra
piel. Más allá de las normas impuestas por la sociedad que pretende
estigmatizar a personas que se atreven ser diferente de lo que se considera
‘normal’, los loiceños comprenden que se puede ser completamente ‘normal’ o
completamente excéntrico y que esto no afecta en lo más mínimo nuestra
identidad. Loíza es un pueblo vibrante,
lleno de entusiasmo por la vida, lleno de baile, música, de sensualidad, de
ron, de nobles sentimientos humanos, en fin, de todo aquello que hace la vida
verdaderamente deseable y apetecedora.
Para mi
maestría trabaje en el baquiné, un ritual fúnebre que lamentable de extinguió
en Puerto Rico hace décadas. Ahora para
el doctorado quiero hacer mi pequeña contribución y homenajear las Fiestas de Santiago Apóstol, con sus
Caballeros, Vejigantes, Locas y Viejos- todos conviviendo en completa armonía.
Mi deseo de altruismo es aportar un granito de arena y dejar por escrito lo que
tuve la oportunidad de presenciar estas dos semanas de julio 2013 que pasé
entre los loiceños, la gente más hospitalaria del mundo. La Fiesta de Santiago
Apóstol en Loíza debe enaltecerse para que sobreviva y siga adquiriendo nuevos
entusiastas. Nuevas generaciones de loiceños deben continuar elogiando a Loíza
a través de esta admirable celebración.
Por favor,
cuenta conmigo para cualquier proyecto que tengas en mente que lleve a
continuar ensalzando el nombre de Loíza. De veras te admiro por la estupenda
labor que haces, con tus muchachas, en la biblioteca a diario. Como líder y rol
modelo tocas la vida de cada muchacho (a) que comparte contigo en la
biblioteca. Mientras ellos están en ese lugar seguro y acogedor, no sólo
adquieren conocimientos académicos, pero se engrandecen como seres humanos y su
auto-estima se ensancha porque comprenden que ser de Loíza es algo maravilloso, y no una vergüenza como
muchas personas de afuera pretende acertar. Es hora de que Loíza tome las
riendas de su vida y le deje saber al mundo entero que
Santiago Apóstol es en Loíza el epitome
de comprensión, aceptación y coexistencia. Todos podemos vivir en paz y armonía
si estamos dispuestos a dejar a un lado los clichés pérfidos que intentan poner
acusaciones falsas sobre otros. No existe ‘otredad’ en Loíza porque somos una
mezcla de todos los ‘otros’. No
olvidemos el famoso dicho, ‘¿Y tu abuela dónde está?’
¡Gracias Loíza
porque gracias a ti hoy me siento súper-orgullosa de ser puertorriqueña!
Cariñosamente,
Lourdes E. Sáez
CC: El
Nuevo Día
Honorable Eddie
M. Manso Fuentes, Alcalde
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